«Solo sí es sí»: así se las gastan las liebres hembra para rechazar a los machos
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«Solo sí es sí»: así se las gastan las liebres hembra para rechazar a los machos

El comportamiento de ‘boxeo’ entre liebres hembra, también conocidas como rabonas, para rechazar a un macho es una estrategia de apareamiento que algunas especies utilizan durante la temporada de reproducción.


No es el primer video en el que se ve a un par de liebres peleando en la carretera a modo de ring improvisado, pero quizá sean menos los casos en los que se observa la pelea en primera fila y sin importarle a los “púgiles” que los estén grabando ni las luces directas del coche como en la escena que el usuario @buitengebieden publicó en su cuenta de X (antes Twitter).

La hembra controla cuándo y con quién se reproduce

Cuando un macho intenta aparearse con una hembra, a veces ella puede no estar interesada en su avance o no estar lista para reproducirse en ese momento. En lugar de simplemente huir o aceptar al macho, algunas hembras optan por una estrategia de "boxeo" para rechazarlo. Esto la lleva a alzarse sobre sus patas traseras y usa sus patas delanteras para golpear al macho con movimientos rápidos y cortantes, parecidos a golpes de boxeo. Estos golpes no suelen ser agresivos o dañinos, pero sirven como una forma de decirle al macho que no está interesada en el apareamiento en ese momento.

El macho, por su parte, puede persistir en sus intentos de cortejo, y la hembra continuará defendiéndose con su comportamiento de boxeo hasta que esté lista para reproducirse o hasta que el macho se rinda.

También pueden producirse escenas similares como paso previo al acoplamiento sexual. Los pretendientes persiguen a la hembra y esta pelea a manotazos con ellos hasta que finalmente acepta el apareamiento.

La misma estrategia para dos machos

La pelea del vídeo también pudiera corresponder a dos machos. Aunque la liebre es un animal que suele ser tímido y esquivo, durante el frenesí primaveral, surge la competencia entre los machos para alcanzar el dominio (y por lo tanto más acceso a las hembras receptivas), lo que da pie a que se golpeen con sus patas como si fuera un combate de boxeo.

Las peleas de liebres a menudo involucran a los machos saltando, golpeándose y boxeando entre sí con sus patas delanteras, en una especie de enfrentamiento para establecer quién es el más fuerte y digno de aparearse con la hembra. Estas peleas pueden ser bastante intensas y pueden durar varios minutos.

El macho que demuestra ser el más dominante o resistente generalmente gana el derecho de aparearse con la hembra en celo. Este comportamiento es una estrategia de selección sexual, donde los machos compiten para asegurar que sus genes se transmitan a la siguiente generación.

Es importante destacar que estas peleas son una parte natural del comportamiento de las liebres y, por lo general, no conllevan daños graves entre los machos.

 

Y llega la reproducción

Las liebres se pueden reproducir prácticamente todo el año, aunque la actividad sexual de la hembra alcanza su punto máximo en el mes de abril y en el macho un poco antes, durante el mes de marzo; siempre dependiendo de la climatología que hayan soportado previamente. Suelen nacer dos o tres crías por parto.

Una perdiz roja, espectadora de excepción del ardor amoroso entre dos liebres

El celo consiste en carreras de varios machos, unos tras de otros, para pelearse erguidos a dos patas por el control de las mejores zonas de pastos y las hembras que haya en ellas. Las hembras pueden quedar fecundadas estando ya preñadas. Es un fenómeno, no muy frecuente, llamado superfetación en el que albergan dos embriones en diferente estado de desarrollo al mismo tiempo. A diferencia de los conejos, no construyen madrigueras subterráneas. Los lebratos nacen bajo la luz del sol y pasan sus primeros días de vida en el suelo, apenas mimetizados por su pelaje y la vegetación. Son capaces de moverse y tienen los ojos abiertos desde que nacen por lo que se incluyen dentro de la categoría de animales cuyas crías pueden moverse y alimentarse poco después de su nacimiento por su avanzado estado de desarrollo.

 


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