Abate un jabalí con una boca descomunal
Durante una espera nocturna dos amigos logran dar caza a dos grandes machos. Uno de ellos con unos colmillos fuera de serie.
El pasado seis de enero dos jóvenes madrileños, Pablo y Arturo, decidieron probar suerte en tierras conquenses pese a las gélidas temperaturas… ¡y vaya si la tuvieron!
Una boca descomunal
Pasadas las cinco y media de la tarde se colocaron cerca del pueblo, en un claro que suelen frecuentar los suidos. No fue, hasta a las once, cuando se vieron sorprendidos por una sombra que apareció de la nada, sin hacer casi ruido. Era un gran macho solitario.
Arturo encaró su Tikka t3x calibre .300WM y puso la cruz sobre el animal. Respiró profundo y suavemente fue apretando el gatillo. ¡BOOM! Seco. El enorme jabalí cayó fulminado.
Los dos jóvenes quedaron perplejos cuando llegaron a cobrarlo. Si bien sabían que se trataba de un buen ejemplar no imaginaban que estuviera armado con aquellas navajas tan largas y gruesas. ¡Menudo regalo de reyes el de Arturo! Lo que no imaginaba Pablo, es que el suyo aún estaba por llegar.
Los dos cazadores junto a los enormes jabalíes cazados la misma noche.
El otro macho
Como era temprano volvieron al puesto. No habrían pasado más de 10 minutos cuando comenzaron a oír hierba moverse y ramas quebrar: algo se acercaba.
¡Eran dos! El primero, que con casi toda certeza era una hembra, era aún mayor que el que la seguía. Pablo, aunque estuvo tentado a jugar el lance sobre la primera, finalmente decidió tirar al más rezagado. El temple y puntería del joven le brindaron un emocionante lance y un bonito recuerdo.
Cuando llegó al animal le gritó pletórico a su compañero: “¡No te lo vas a creer, pero es otro macho con boca!”. Todo apunta a que estaba encelado y buscaba acercarse a la hembra.
“¡Imagínate al terminar la noche nuestra alegría, no había mejor regalo de reyes que estos dos enormes animales y en la mejor compañía!”- cuenta Pablo.
Sin duda una jornada que ninguno de los dos olvidará.
Bea Rosete
