Siguen las huellas del lobo y encuentran los restos de su perro

El lugar del ataque está próximo a la Reserva Regional de Caza de Riaño. El espacio natural protegido limita con las reservas regionales de caza de Mampodre, de Caso, Saja y Fuentes Carrionas y con el Parque Nacional de Picos de Europa. En los terrenos de la reserva podemos encontrar al oso pardo, el urogallo cantábrico, la perdiz pardilla, la liebre del piornal y al lobo ibérico, entre otras especies. El nuevo censo poblacional del lobo de la Junta de Castilla y León ha detectado una treintena de manadas más que hace diez años. Se cifra la población del depredador en la comunidad autónoma en unas 210 manadas.

Un vecino encontró los restos de la perra al seguir las huellas de los lobos

Desgraciadamente, la muerte de perros de caza al ser atacados por los lobos se está convirtiendo en algo habitual en las tierras en las que habita el depredador. Una de sus últimas víctimas ha sido una hembra de jagd terrier de 14 meses propiedad de Félix Gutiérrez, un cazador de 22 años de Prioro. El montero caza habitualmente desde puesto, pero posee perros de la raza jagd terrier y podenco andaluz. Uno de sus tres canes perdió la vida al perderse durante una batida de jabalíes. Félix y sus compañeros de caza buscaron a la perra, sabedores del peligro que corría su vida.

No lograron encontrarla tras varios días de muchos esfuerzo y horas interminables en el monte. La halló sin vida un vecino del cazador al seguir las huellas de una manada de lobos en la nieve. El hombre estaba paseando a un kilómetro y medio del pueblo cuando llegó hasta el lugar en el que estaban los restos de la jagd terrier. En la zona los lobos han protagonizado diferentes ataques a ovejas y terneros en las últimas fechas.

Esta era la perra antes de ser devorada por los lobos.

Huella que dejaron los lobos cerca del cuerpo de la perra.

El rastro de sangre que dejaron los lobos al devorar a la jadg terrier.

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